Mostrando las entradas con la etiqueta inmanente. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta inmanente. Mostrar todas las entradas

06 enero, 2024

Spinoza: anticuario, transitivo, inmanente

¿Cuál es la orientación de los estudios spinozianos hoy en día? Una primera aproximación sería una lectura anticuaria que buscaría las citas, las referencias o los préstamos que conectan el pensamiento contemporáneo con los textos de Spinoza ubicándolo así como un predecesor que anticipó las preocupaciones o urgencias del presente.

Una segunda lectura transitiva sería ubicar la recepción contemporánea de Spinoza en la historia de los estudios spinozianos cuyas lecturas se relevan unas a otras: desde la polémica sobre el ateísmo durante la vida de Spinoza, el debate sobre el panteísmo -- preludio del idealismo alemán--, el debate entre neokantianos y posthegelianos durante la segunda mitad del siglo XIX, el spinozismo francés e italiano de inspiración marxista de finales del siglo XX, hasta llegar al spinozismo latinoamericano de nuestros días.

Sin embargo, existe una tercera lectura inmanente que nos permitirá comprender la actualidad de Spinoza: no como una figura histórica cuyo pensamiento podría ser aprehendido de una vez por todas, aprehendido en el contexto histórico e ideológico donde vivió y murió; ni como un objeto de estudio cuyos textos, estáticos, ofrecen un espejo donde las sucesivas épocas y generaciones pueden ver reflejados sus propios dilemas. El rasgo radical de la filosofía de Spinoza es un pensamiento que nunca se cierra sobre sí mismo, pensamiento que no puede ser estrictamente identificado por un conjunto de proposiciones o argumentos que permitan colocarlo en un cajón de la historia de la filosofía (racionalista o materialista). Es más bien una filosofía que se caracteria por una inagotable productividad, que posee la potencia de producirse --no simplemente reproducirse-- a sí misma sin césar.

La filosofía de Spinoza ilustra por sí el mejor ejemplo del concepto de causa inmanente, un concepto que, a finales del siglo XVII, fue uno de sus postulados más escandalosos: es una filosofía que existe en sus efectos, no existe antes o independientemente de estos, efectos que permanecen latentes o aplazados por décadas o aún siglos, y que se reactivan en el encuentro de elementos teóricos imprevisibles que surgen más allá de su espacio y tiempo.

alm